Superando miedos...
Desde que nació Lucía, día a día, me he tenido que enfrentar con muchos miedos, y los he tenido que superar por ella, porque algo tan sencillo como coger el coche e ir a ver a mi madre, ha sido todo un reto, pues con un bebé tan chiquitín hacer un trayecto de 20 o 30 minutos en coche suponía toda una hazaña. No sé si me entenderéis, pero para mí era una aventura, porque empezaba a darle vueltas a mi cabeza, y pensaba "y si le sube la leche y yo no puedo ayudarla por ir conduciendo" o "y si se pone a llorar y no puedo consolarla", total un sin fin de pensamientos que me limitaban, o por ejemplo bañarla yo sola, me daba miedo que se me resbalara y no pudiera sujertarla bien...
La única manera de superar esos miedos ha sido enfrentándome a ellos, y no sólo una vez, sino una tras otra. Os cuento, en el caso de coger el coche y desplazarme los 20 kilómetros que me separan de mi madre, fue todo un reto, como os he dicho antes, pero es que cuando ya le había cogido el tranquillo, y ya iba segura con mi niña porque había hecho muchos viajes con ella y no había sucedido nada, pues un buen día ella cogió una pataleta que me llevó todo el camino llorando pero con rabieta, con lo que no conseguía calmarla con nada, así que llegamos las dos llorando a casa...un drama...y estuve todo un mes sin coger el coche sola por miedo a que se repitiera ese mismo capítulo hasta hoy, que he vuelto a intentarlo y prueba superada hasta nuevo aviso... ;) ya me lo tomo con buen humor, pero os aseguro que en aquel momento fue horrible, porque conforme iba pasando el tiempo y no podía atenderla como ella quería, es decir, cogerla en brazos, su llanto iba en aumento y cada vez más desesperado, así que llegó a mi casa suspirando del llanto que tenía...un desastre...pero bueno, supongo que todas las mamas al volante saben de lo que hablo y lo han pasado igual que yo...
El tema del baño era también un reto y más cuando me encontraba sola, porque si ya es toda una hazaña hacerlo con mi marido, porque también tengo miedo de que se nos resbale imaginaos lo que era pensar en bañarla yo, pero era eso o dejarla hasta el fin de semana sin bañar, porque mi pareja hace turnos rotativos así que no tuve más remedio que hacerlo sola, otra prueba superada.
Otro momento que temo es el de cortarle las uñitas de las manos y de los pies a mi pequeña, así que lo hago mientras ella está dormida, así ella no patalea y yo lo hago con tranquilidad.
Otro miedo al que me enfrento cada dos meses, es el de ir a ponerle las vacunas, no sé quien lo pasa peor, si ella o yo...evidentemente el daño se lo hacen a ella, pero yo lo paso fatal, porque la veo allí tan inocente, riendo y sin esperar ningún daño porque a mi lado se siente segura, y de repente que le den dos pinchazos la descoloca y me mira desconcertada llorando y claro yo no puedo dejar de sentirme mal, por mucho que piense que es por su bien...pero bueno ya son dos veces las que he tenido que llevarla a vacunar y también puedo decir que es prueba superada...
El caso es que continuamente debo superar mis límites para hacer cualquier cosa con ella o para ella, y eso me está convirtiendo en una persona mucho más fuerte y con más recursos de los que yo creía tener, así que a parte de todo lo que me aporta ser madre de una niña maravillosa, siento que crezco cada día con mi pequeña y eso es también muy bonito aunque un poco costoso...no lo voy a negar.
Un saludo!
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